Las parejas sufren épocas de distanciamiento, de desamor, de duda y de crisis. Debemos distinguir entre los muchos problemas que afectan a cualquier pareja, y que no pocas veces son comunes a todas ellas, y la crisis derivada de estos problemas mal enfocados o, muchas veces, ni siquiera verbalizados y por ello enquistados y no resueltos, siendo este el proceso más habitual de la aparición de las crisis en la pareja. Por ello, en primer lugar, hay que definir, con sinceridad, qué problemas están afectando a la pareja, la capacidad de cada uno de sus miembros para afrontarlos y expresar con claridad el deseo, o no, de resolverlos. Ello procura el contexto sobre el que se va actuar, contexto en el que ambos miembros de la pareja deben estar dispuestos a trabajar bajo el consejo y orientación del terapeuta.
No es infrecuente que tras una evaluación de pareja se detecte que uno de sus miembros o ambos estén afectados por algún tipo de alteración emocional de tipo ansioso o depresivo y que ello haya llevado a un malfuncionamiento de la pareja por el hecho de no haber tratado estas afecciones que, a lo largo del tiempo, pueden liquidar cualquier tipo de relación, incluyendo la de pareja. Por eso es fundamental el realizar tanto una evaluación psicopatológica a ambos miembros de la pareja con el fin de descartar, o confirmar, el que exista una afección clínica (ansiedad, depresión, fobias…) que deba ser tratada individualmente antes de iniciar, en su caso, la terapia de pareja.
Ponte en contacto conmigo e infórmate sin compromiso