Es muy frecuente que llegado el último curso colegial bien sea 4º de la ESO o 2º de Bachillerato en la ley de educación actual muchos padres y sus hijos e hijas no sepan “qué van a estudiar” y no son pocos de estos jóvenes los que deciden “in extremis” qué estudios seguirán en los siguientes años de su vida académica.

Esta decisión, sin embargo, debe sustentarse sobre un período de maduración vocacional que debe iniciarse hacia los 14 años de edad, como tarde a los 16 años de edad, de forma que dicha decisión esté basada en el realismo de la valoración de las propias posibilidades y el conocimiento del medio profesional y no sea abandonada a la primera dificultad, es decir que la decisión sea consistente.

Es muy frecuente que llegado el último curso colegial bien sea 4º de la ESO o 2º de Bachillerato en la ley de educación actual muchos padres y sus hijos e hijas no sepan “qué van a estudiar” y no son pocos de estos jóvenes los que deciden “in extremis” qué estudios seguirán en los siguientes años de su vida académica.

Esta decisión, sin embargo, debe sustentarse sobre un período de maduración vocacional que debe iniciarse hacia los 14 años de edad, como tarde a los 16 años de edad, de forma que dicha decisión esté basada en el realismo de la valoración de las propias posibilidades y el conocimiento del medio profesional y no sea abandonada a la primera dificultad, es decir que la decisión sea consistente.

Orientación académica

Para llegar a este punto de maduración vocacional el alumno/alumna debe pasar por varias fases, insisto en que la elección vocacional no puede ser fruto de un momento, que son:

  • Exploración: El alumnado recoge información sobre las múltiples posibilidades que el medio socioprofesional le ofrece poniéndose en situación de tener que elegir entre ellas.

  • Cristalización: La persona se hace una idea general de su elección vocacional y elige un amplio campo profesional o de estudios superiores en función de su preferencia por un determinado campo de intereses. En función de este campo seleccionado se comienzan a hacer elecciones y tomar decisiones intermedias.

  • Especificación: Caracterizada por la selección de una profesión concreta. Ello presupone que se han explorado y jerarquizado las posibilidades, contrastado el conocimiento propio con el conocimiento del medio, evaluado las capacidades personales y examinado las alternativas que su medio familiar y entorno le ofrecen. Así se elige entre las distintas alternativas la que se espera sea su opción vocacional.

  • Realización: Se ejecuta la decisión tomada. Finaliza el proceso de elección y comienza el proceso de acomodación y revisión. Ello supone la capacidad de anticiparse a las dificultades y proteger la decisión tomada, así como formular elecciones de recambio si la opción elegida no pudiera ser llevada a cabo.

Este proceso, relativamente complejo, se sustenta en el autoconocimiento ajustado y real de las propias capacidades, motivaciones e intereses; en la potenciación de competencias relevantes como la responsabilidad, la perseverancia, la toma de decisiones, la resolución de los problemas de la vida cotidiana y el trabajo en equipo y, muy importante, en la oportunidad de que cada cual desarrolle sus decisiones ocupacionales sobre una base no sesgada por la influencia inflexible de las asignaturas escolares, de las familias o de los tutores.